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This paper reflects, from a cross-cultural perspective, on the implications of biotechnology on moral values. Today, biotechnology, an aspect of Western industrialized culture, is capable of manipulating or modifying the genes of living organisms. This raises many ethical problems, some relating to biodiversity and the environment in general. Bioethics owes its own development to awareness of the seriousness and magnitude of these ethical problems which cannot leave any culture indifferent, no matter its own level of technological development. Africa, for instance, which presents remarkable biodiversity, against the background of which human values and attitudes different from those of the Western world have developed, cannot be indifferent to the problems raised by biotechnology. It is possible for global bioethics to emerge, provided globalization does not simply translate into Westernization. |
Contenido |
Introducción |
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La biotecnología y especialmente la tecnología genética y procesos aliados plantean serios problemas éticos ante los cuales ninguna cultura puede permanecer indiferente, sea cual sea su propio nivel de desarrollo tecnológico. | 1 | La biología molecular ha alcanzado grandes avances, especialmente en el área de la genética humana, en nuestra época histórica, gracias a avances comparables en biotecnología, especialmente en tecnología de los genes. Estos avances y los desarrollos que ellos han posibilitado presentan posibilidades positivas, por una parte, e importantes peligros para la cultura humana en particular y el completo mundo biológico en general, por otra. Las posibilidades positivas yacen en los campos de la salud humana y la agricultura, en donde las perspectivas de desterrar tanto la hambruna como las enfermedades relacionadas con los genes parecen estar al alcance del hombre. Las posibilidades negativas involucran el espectro de desencadenar, accidentalmente o de otro modo, una catástrofe biológica o humana y de ampliar la brecha de desigualdad mundial, aumentando la suma total de sufrimiento humano en el mundo. En pocas palabras, la tecnología moderna ha creado tanto las posibilidades como los medios a través de los cuales la humanidad puede acrecentar su bienestar o destrozarse a sí misma y, tal vez, a toda la vida sobre la tierra. Esta situación merece una actitud hacia la biotecnología que no sea ni demasiado entusiasta y confiada ni demasiado aterradora y hostil, sino más bien cautelosa, racional y controlada. | ||
2 | No puede haber sociedad humana sin algún tipo de tecnología o moralidad, sin importar cuán rudimentarias sean éstas. No obstante, la tecnología moderna tal como la conocemos hoy, es el fruto de la ciencia y del código de valores científico que alcanzaron su punto más alto en la revolución industrial europea de los siglos dieciocho y comienzos del diecinueve. La biotecnología, a través de la cual las raíces de construcción o lo básico de los organismos vivos, conocidos también como genes, hoy pueden ser manipulados y modificados, es el resultado de los avances en biología molecular y las ciencias de ingeniería. La biotecnología y especialmente la tecnología genética y procesos aliados plantean serios problemas éticos ante los cuales ninguna cultura puede permanecer indiferente, sea cual sea su propio nivel de desarrollo tecnológico. Que algo sea técnicamente posible no es, en sí mismo, una justificación para hacerlo o producirlo. Los temas y problemas éticos, sin importar en qué área se planteen, nunca son problemas técnicos en sí mismos y no requieren más que simple racionalidad humana y sensibilidad moral para dirigirlos. Por esta razón, cualquier ser humano o cultura humana puede expresar igualmente juicios de valor y opiniones éticas válidas sobre biotecnología y sus procesos aliados, aunque éstos se originen en el mundo occidental y sean el regalo, como si lo fueran, de la cultura occidental a la cultura mundial. | |||
La cultura occidental y la revolución industrial |
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La ciencia y la tecnología inculcaron en la cultura occidental una predilección por dispersar y promover sus ideas, su visión, sus convicciones y prácticas bajo el pretexto de imperativos universales de racionalidad y moralidad, los que deberían ser obligatorios para todos, sin excepción. | 3 | La revolución industrial occidental tomó su impulso del lema »conocimiento es poder«, convertible en valor comercial; de la idea de que todo conocimiento es ilimitadamente bueno; de la creencia de que la naturaleza es, en principio, completamente capaz de ser conocida y controlable; y de la percepción del universo como algo que debería ser explorado, controlado, dominado y explotado. Esta visión del mundo, aunque tuvo sus orígenes y bases en el judeo-cristianismo, llevó a la secularización, sacrilegio y profanación de todo en el universo, procesos que, de modo irónico, son la antítesis de la ética e ideología judeo-cristianas. A partir de la revolución industrial, la tecnología occidental ha sido impulsada en extremo por el comercio y el lucro, por la guerra y la voluntad de dominar, por pura curiosidad científica y, en un grado menor, por el fuerte deseo de mejorar el bienestar humano. | ||
4 | La revolución industrial y las tecnologías que resultaron de ella se pusieron en gran medida al servicio de las naciones imperialistas occidentales en sus viajes de exploración, descubrimiento, conquista, colonización, dominio y explotación de otros pueblos. Uno de los efectos acumulativos de estos importantísimos logros fue inculcar en la cultura occidental un espíritu de descubrimiento voraz, un impulso automático por unificar, patentar, monopolizar y comercializar esos descubrimientos, y una predilección por dispersar y promover sus ideas, su visión, sus convicciones y prácticas bajo el pretexto de imperativos universales de racionalidad y moralidad, los que deberían ser obligatorios para todos, sin excepción. Hoy, la cultura occidental es, sin discusión, la cultura dominante del mundo. Y, particularmente en el área de la ciencia y la tecnología, la cultura occidental es la autoridad reconocida a cuyos pies yacen otras culturas como alumnas y aprendices. Sin embargo, esto no significa que otras culturas también tengan que aprender y aceptar todas las otras cosas de la cultura occidental. La ciencia y la tecnología en sí mismas no tienen relación alguna con nuestra sensibilidad moral y sensatez o con el modo en que, por ejemplo, la gente concibe o alaba a Dios, se casa o cría a sus hijos, organiza su sistema social, relaciona u armoniza su cultura con la naturaleza, o aún con los fines a los que ellos creen que debería estar puesta la ciencia. | |||
Biodiversidad |
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5 | La biodiversidad del mundo, la cual resulta muy similar a su diversidad cultural, es simplemente un dato de evolución que reconocemos e intentamos comprender y explicar. La teoría de Darwin de la evolución, con sus ideas clave de »selección natural« y »supervivencia del más fuerte«, lleva un largo camino explicando la biodiversidad como un hecho científico dentro de un nexo causa–efecto. Sin embargo, la biodiversidad no puede ser explicada por completo y cualquier intento de hacerlo no puede ir más allá de la estéril especulación metafísica. | |||
6 | Entre los continentes de la Tierra, África presenta una diversidad notable, en términos ecológicos, biológicos, culturales y otros. Los sistemas sociales africanos, las ideas éticas y metafísicas, son en gran parte trazados y coloreados por esta diversidad. Se puede describir a la visión africana del mundo como eco-bio-comunitaria, lo que implica interdependencia y coexistencia pacífica entre tierra, plantas, animales y humanos, en contraste con la visión occidental, que puede describirse como antropocéntrica (algunos dirían, androcéntrica) e individualista. Dentro de la visión africana, y en las de muchos otros pueblos y culturas no occidentales, los seres humanos son menos audaces, menos propensos a una disposición explotadora, más humildes y cautelosos, más desconfiados e inseguros de sus propias habilidades y conocimientos, más conciliatorios y respetuosos de otros pueblos, plantas, animales, objetos inanimados, tanto como de fuerzas invisibles / intangibles, más tímidos para alterar la naturaleza, más dispuestos hacia una actitud de vivir y dejar vivir, ser y dejar ser. | |||
Mae-Wan Ho et al.: »Gene Technology and Gene Ecology of Infectious Diseases«. En: Microbial Ecology in Health and Disease 10 (1998), 33-59. ![]() |
7 | Un aumento en la toma de conciencia de la importancia de la biodiversidad debería conducir a una posterior comprensión de que los problemas que surgen en relación con la preservación y explotación de la biodiversidad mundial sólo pueden afrontarse desde una perspectiva mundial. La »Convención sobre Diversidad Biológica« – que intenta focalizar temas de justicia e igualdad en el compartir mundial de los beneficios que surgen de los recursos genéticos del mundo – y el »Proyecto de Genoma Humano« – que concibe por completo el mapeo y secuencia de todo el ADN humano en el mundo – son algunos de los intentos concretos de tal globalización. Los peligros aquí, sin embargo, son que la globalización pueda terminar en una occidentalización, dado el liderazgo monopólico mundial de Occidente de tales proyectos y procesos, sus impulsos explotadores y su expansión proselitista. | ||
8 | Los peligros de la tecnología en general, y de la biotecnología en particular, han hecho de la preocupación por la bioseguridad una precondición preliminar de las perspectivas y proyectos de globalización. Así, mientras aún aguardamos las probables posibilidades positivas de la tecnología genética, por ejemplo, algunos de sus efectos negativos ya resultan palpables en algunas áreas. La transferencia genética horizontal, por ejemplo, ha sido identificada como responsable de la evolución de la virulencia patógena y la dispersión de la resistencia a las drogas y los antibióticos. De acuerdo con la bioquímica británica Mae-Wan Ho y sus colegas, muchos agentes patógenos, gracias a la tecnología genética, han atravesado con éxito los límites de las especies, experimentado la mutación, recombinado con genes de especies sin relación, y contribuido a la aparición de virulencia patógena y resistencia a los antibióticos. Esta transferencia horizontal de genes ha coincidido notablemente con el desarrollo de la tecnología de ingeniería genética, que facilita la transferencia horizontal de genes y la recombinación a escala comercial. | |||
9 | Es difícil ignorar el sentimiento de que el mundo podría estar encabezando una crisis de salud pública, si consideramos el surgimiento dentro de las dos décadas pasadas de enfermedades nuevas como el SIDA, Ebola y muchas variantes de la hepatitis, o el resurgimiento/refuerzo de otras enfermedades como la tuberculosis, el cólera, la difteria, y la malaria. La teoría de que el virus VIH fue creado deliberadamente por algunos biotécnicos como arma biológica experimental, hoy aún circula en algunos medios, sin que se haya refutado ni probado. | |||
¿Occidentalización o globalización? |
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La biotecnología es imposible de evitar para todos los pueblos del mundo hoy; pero, ¿quién negará que también está impregnada de posibles peligros de abuso o de accidentes | 10 | De acuerdo con la discusión previa, algunos de los temas socioeconómicos y éticos involucrados ya son evidentes. Los expreso en forma esquemática a continuación. Sin embargo, antes de hacer esto, es necesario realizar los siguientes comentarios generales. Mientras que los esfuerzos por una perspectiva mundial de la diversidad y las biotecnologías son prima facie muy buenos en un nivel conceptual o intencional o, por lo menos, sobre papel, existe en el nivel práctico de la implementación el peligro real de que la globalización pueda simplemente traducirse en una occidentalización, por razones suficientemente obvias. ¿Es posible realmente un enfoque mundial de estos temas en un mundo de grupos culturales diferentes cuyas situaciones materiales respectivas, niveles de desarrollo tecnológico, relaciones de poder, ideas, experiencias y actitudes difieren de modo notorio y quienes, además, no están ni siquiera igualmente representados en contextos y foros en donde se discuten decisiones sobre globalización y proyectos? Un indicador de la relevancia de esta cuestión general es el hecho de que la posibilidad de una perspectiva mundial está hoy más y más marcada por acusaciones de biopiratería, robo de biorecursos, biocolonialismo, y demás. | ||
11 | La biotecnología, de algún modo, es imposible de evitar para todos los pueblos del mundo hoy y en principio, nadie querría negar que presenta posibilidades positivas en áreas como la salud humana, la agricultura y la ganadería, lo que tendrá un impacto en todos los pueblos y culturas del mundo; pero, ¿quién negará que también está impregnada de posibles peligros de abuso o de accidentes tanto como de la posible consecuencia de incrementar la amplia brecha que polariza al mundo moderno en naciones ricas y pobres y entre los que tienen y no tienen dentro de cada país? Y siendo éste el caso, ¿no es razonable desear que las innovaciones tecnológicas sean restringidas, en la mayor medida posible, a sus lugares de origen, hasta que pase bastante tiempo para que otros puedan sentirse lo suficientemente seguros y confiados como para darles lugar en sus propias áreas? | |||
Lista provisional para un consenso |
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Godfrey B. Tangwa: »Bioethics, Biothechnology and Culture: A Voice from the Margins«. En: Developing World Bioethics 4.2 (2004), 125-138. ![]() Henk J. Van Rinsum / Godfrey B. Tangwa: »Colony of Genes, Genes of the Colony: Diversity, Difference and Divide«. En: Third World Quarterly 25.6 (2004), 1031–1043. ![]() |
12 | 1. La naturaleza puede ser una fuerza ciega, pero la historia de la evolución parecería indicar que dentro de ella hay mecanismos para corregir sus propios »desaciertos«. Las intervenciones humanas en la naturaleza, especialmente en el muy básico nivel genético, son igualmente capaces de cometer errores, pero los seres humanos no tienen ningún mecanismo listo para realizar una corrección sistemática de estos posibles desaciertos. Esta preocupación es particularmente relevante en el área de la tecnología genética humana, en donde la posibilidad de, digamos, clonar, a pesar de la exaltación científica que provoca, acarrea el peligro de una caída catastrófica sobre un umbral fatal. | ||
13 | 2. El conocimiento científico presenta, por su propia naturaleza, espacios sin resolver y es incompleto, basado como está en la observación, inducción y experiencia, las que no son garantía del estado futuro de las cosas. No existe garantía de que nuestra experiencia futura se asimilará a nuestras experiencias pasadas o presentes. No sabemos qué propiedades azarosas se esconden en los organismos genéticamente modificados o en los organismos vivos modificados o criaturas transgénicas que la biotecnología humana está creando hoy que podrían tomarnos por sorpresa mañana. De modo que existe una gran necesidad de cautela. | |||
14 | 3. La ingeniería genética y la biotecnología, como la tecnología en general, son potencialmente peligrosas para el medio ambiente, siendo la contaminación y el resurgimiento de enfermedades infecciosas dos de estos peligros. El modo en que una tecnología relativamente simple como la producción a escala comercial de plásticos ha tenido un impacto adverso en el medio ambiente físico de muchos países del mundo, incluyendo a algunos sin una pizca de química polimérica y a otros sin una pizca de la necesidad de plásticos, sería muy instructivo para todos los pueblos y culturas del mundo. A este respecto, el movimiento de organismos transgénicos a través de fronteras nacionales requiere una muy cuidadosa reflexión e implementación cautelosa. | |||
15 | 4. La tecnología genética es en sí misma, sin dudas, importante y presenta un beneficio económico potencial en las áreas de la ganadería y producción de granos, especialmente en lo que hace a la alimentación de amplio consumo. Posiblemente podría contribuir a incrementar la fuerza socio-económica de los países pobres gracias a la vasta expansión de tierras no explotadas y la reducción de la amplia brecha entre el mundo desarrollado y el que no lo está. Pero esto dependería en gran medida en quién toma la iniciativa y de la justicia con la cual se negocien los acuerdos para la transferencia y usos de la tecnología, tanto como de la voluntad general de ver al mundo y a sus recursos, no como a la propiedad exclusiva de los ricos y poderosos de la tierra, sino como al patrimonio común de todos sus habitantes. | |||
16 | 5. Existe un temor bien fundamentado de que los países más avanzados en tecnología podrían simplemente apropiarse, en forma gratuita, de la herencia genética y del conocimiento autóctono acumulado en las comunidades menos avanzadas, patentar estas adquisiciones, y proceder a comercializarlas de modo que los beneficios resultaran fuera del alcance de esas mismas comunidades; del mismo modo que a menudo ha sucedido en el caso de otras materias primas industriales, de un modo que se ha convertido en práctica estándar desde la creación del nacionalismo, el imperialismo, el colonialismo y la así llamada economía liberal de mercado abierto. (¿Cuánta gente en las comunidades productoras de cacao, por ejemplo, puede pagar por una barra de chocolate procesada y empaquetada en Occidente?) | |||
Conclusión |
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Es en el interés de la humanidad que la cultura occidental, como otras culturas, aprenda a moverse un poco y también a escuchar las historias que otros cuentan del baile de disfraces, de modo que la globalización no se reduzca al adoctrinamiento de la cultura occidental entre otras culturas. | 17 | Las culturas humanas son como espectadores de un baile de disfraces. Ningún espectador puede tener una visión completa y adecuada de la fiesta, especialmente, desde una posición estática. Aún para aproximarse a una visión que comprenda a todo ese baile de disfraces es necesario moverse un poco, cambiar el ángulo de visión y perspectiva de vez en cuando. Entre las culturas del mundo, la cultura occidental, propietaria de la biotecnología moderna y otros tipos de tecnología, ha sido el incuestionable »primer movedor«, gracias a su revolución industrial, espíritu de aventura, viajes de descubrimiento, colonización, monopolio, comercio y proselitismo. Por éstas y otras razones, la cultura occidental ha desarrollado un gran sentido de trascendentalismo e impermeabilidad a las influencias externas, particularmente a los valores morales y sensatez de las culturas no-occidentales. Es en el interés de la humanidad que la cultura occidental, como otras culturas, aprenda a moverse un poco y también a escuchar las historias que otros cuentan del baile de disfraces, de modo que la globalización no se reduzca al adoctrinamiento de la cultura occidental entre otras culturas. | ||
18 | En la era colonial, los colonos aprendieron por repetición las doctrinas del catecismo y dogmas de los amos colonizadores, y una vez que pudieron reproducirlos bien y practicarlos fehacientemente, fueron aceptados para el bautismo y la confirmación y admitidos para recibir la Sagrada Comunión. En nuestra era post-colonial, post-moderna y de globalización, estos métodos serían un disparate para nuestros pensamientos y acciones. Otras culturas también necesitan ponerse de pie por sí solas, enumerar sus bendiciones no materiales y advertir que las posesiones materiales artificiales, mientras pueden ciertamente cambiar la vida y sus condiciones, no siempre pueden hacerlo para bien. De otro modo, en estos tiempos de tecnología genética, se teme que, si se dejan las cosas a la iniciativa del mundo industrializado y se le permite continuar con su actual ímpetu de velocidad, todos podríamos convertirnos en los poco envidiables no-testigos del fin de la cultura y civilización humana. |
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