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Franz Martin Wimmer

Tesis, condiciones y tareas
de una filosofía orientada interculturalmente


 
English
Summary

Up to now, the project of intercultural philosophy, or rather: of an interculturally oriented philosophising, has posed more questions than it has given answers. It has to be emphasized that nothing sensible can be said on this topic until three concepts have been clearly defined:
1.
philosophy, according to content and method,
2.
culture and cultures,
3. those relevant relations that shall be designated as
inter.
In this current sketch this third point is split up into three areas of discussion, a) four prominent
claims are sketched out from the discussions on intercultural philosophy – together with their respective four negative counter-claims; b) for the foundation of those claims five conditions have to be met; c) only then, tasks can be productively approached.


Contenido

deutsch  

Sobre la definición de filosofía
Sobre el concepto de cultura
Interculturalidad en la filosofía
  Tesis
  Condiciones
  Tareas



 Sobre la definición de filosofía

 

1

  Yo entiendo por "filosofía" un proyecto reflexivo que se caracteriza tanto por el contenido como por el método de sus orientaciones. Filosofar, desde el punto de vista del contenido, es según mi interpretación, un esfuerzo permanente para aclarar uno o varios de los siguientes tres ámbitos problemáticos: la cuestión de la estructura básica de la realidad (en la metafísica u ontología pero también en la antropología filosófica); la cuestión de la cognoscibilidad de la realidad (en la teoría del conocimiento y también en la lógica); y por último, la cuestión del fundamento de las proposiciones normativas (en la ética y en la estética). Estos son los puntos centrales de lo que, según la tradición occidental, se llama filosofía, y de los cuales yo parto. Disciplinas especiales, como, por ejemplo, la filosofía de la cultura, la filosofía del lenguaje, la filosofía del derecho, etc., se ocupan de aspectos parciales de esas áreas básicas.

»Hasta ahora, son más los interrogantes que ha planteado el proyecto de una filosofía orientada interculturalmente que las respuestas que ha aportado.«

2

  Sin embargo, no es suficiente delimitar el concepto de filosofía desde el punto de vista del contenido, pues, por una parte, hay otras ciencias que también se ocupan de estas áreas (la física estudia la estructura fundamental de la realidad material, etc), y por otra, no es que cualquier elucubración (sobre los temas mencionados o sobre otros aspectos) pueda ser calificada de "filosofía" si es que esta palabra debe significar algo realmente sensato. Por lo tanto, es necesario una definición previa de "filosofía" para garantizar dos cosas: por una parte, para abarcar en su significado formas y tradiciones de pensamiento que, injustamente o por motivos contingentes, no han sido incluidas dentro de este concepto; por otra parte, para distinguirse de aquellas que no caben en el concepto aunque en el mercado de ideas y libros aparezcan con ese título.

3

  Precisamente si queremos tomar en cuenta la condicionalidad del pensar en diferentes culturas, tropezaremos inevitablemente con diversas imágenes del mundo, escalas de valores y formas de pensamiento, que se expresan, por ejemplo, en mitos, religiones, costumbren o instituciones. Si el contenido de ésto cuenta, o no, en nuestro concepto de lo filosófico, debemos decidirlo en cada caso. Ésto a su vez sólo es posible si tenemos un concepto metodicamente reflexionado de aquello que le pertenece y de lo que no le pertenece. Aquí yo parto también de lo que en la filosofía occidental se ha desarrollado como sobreentendido y propongo entender como "filosofía" aquel proyecto reflexivo que intenta esclarecer sus preguntas sin invocar simplemente la tradición, las creencias religiosas o cualquier otra autoridad colocada por encima de la razón humana.

 

4

  Se puede escuchar a veces que la filosofía – a diferencia de la religión – no estaría en capacidad de brindar orientación. Esto es explicable pero desatinado; cuanto más pertinente si por "filosofía" se entiende erróneamente una mediación historicista de una educación que no compromete a nada. De hecho la filosofía aspira siempre a una argumentación que sea metódica e intersubjetivamente comprobable. Con eso se busca la orientación del pensamiento pero, a diferencia de la argumentación religiosa, ningún paso se apoya en libros sagrados u otra clase de autoridades que se colocarían por encima de la razón humana. Claro que las reglas de la argumentación filosófica no son independientes de coloraturas dentro de las respectivas lengua y cultura, en lo cual cuentan también las formas de pensar trasmitidas por la religión, pero deben poder ser intelegibles más allá de sus propias fronteras.

5

  Naturalmente es discutible, hasta qué punto una definición previa de "filosofía", marcada por presupuestos occidentales, sea apta para ponerla como base de un filosofar intercultural. Este cuestionamiento hay que tomarlo muy en serio. Pero quien lo tome como una crítica a la necesidad de tener una definición previa de filosofía, debe entender que sin un concepto claro de filosofía es imposible tomar en serio el pensamiento filosófico y distinguirlo de lo que no es pensamiento filosófico, como también es claro que no sería posible tomar en serio el pensamiento filosófico proveniente de la tradición de otras culturas. Por eso no sólo se justifica sino que es inevitable partir de una propia definición previa de filosofía construida a partir de la propia tradición.



»Las reglas de la argumentación filosófica no son independientes de coloraturas dentro de las respectivas lengua y cultura, en lo cual cuentan también las formas de pensar trasmitidas por la religión, pero deben poder ser intelegibles más allá de sus propias fronteras.«

6

  La argumentación contraria sería entonces del siguiente tenor: Al filosofar no es necesario y no es posible ir más allá de la propia tradición y la propia cultura. Como posiblidad ésto sólo se puede ver en casos particulares. Pero a mi me parece que en el proyecto mismo del filosofar se encuentra la necesidad de fundamentar tesis que sean para todos inteligibles. En un programa así ella no se daría, si se pudiera demostrar que en una única tradición se ha pensado todo lo posible de ser pensado y se ha superado todo particularismo. Esto, sin embargo, tendría que haber sido demostrado en una confrontación sistemática y mútua de todas las tradiciones de pensamiento que compiten, pero sobre ello no hay ninguna prueba suficiente.

7

  Dentro de los aspectos, a partir de los cuales se puede definir el concepto de filosofía, no he mencionado su historia. La exclusión es intencional: Si bien es cierto que quien filosofa, en la práctica, no puede hacerlo sin ocuparse con el pensamiento de anteriores pensadores y pensadoras, de ello sólo sería teoricamente posible ganar una definción de filosofía bajo precondiciones muy cuestionables, precisamente bajo el supuesto de que el pensamiento filosófico de la humanidad no sólo es conocido de manera suficiente en todas sus expresiones culturales sino que también es tomado en cuenta de manera adecuada en los discuros sistemáticos de la filosofía contemporánea. El acostumbrado eurocentrismo de la historia de la filosofía, en la cual filosofía se establece como equivalente de filosofía occidental, prueba que eso no es así. El conocimiento de la historia de la filosofía es de eminente significado para el filosofar mismo, pero esa historia no define qué es filosofía – y mucho menos si uno se limita a la historia del pensamiento de una sola área cultural.



 Sobre el concepto de cultura

»De lo que en realidad se trata no es de la totalidad de los aspectos, sino de fundamentar la respectiva toma de decisión entre unilateralidad y multilateralidad.«

8

  Nosotros vivimos el comienzo de una cultura global de la humanidad, que representa algo nuevo frente a todas las anteriores culturas, en la medida en que éstas estuvieron limitadas a poblaciones concretas, determinadas en lo étnico, lo lingüístico o en cuanto a su concepción del mundo, es decir, limitadas a determinadas zonas climáticas y regiones. No se trata de una cuestión puramente académica si en el surgimiento de esa cultura global sólo vemos la ampliación y continuación de la cultura occidental, mediante una gradual superación de todas las especificidades de otras culturas, o si la vemos surgir de la convergencia y el encuentro de muchas tradiciones. En el primer caso veríamos el hecho de la supervivencia de diversas expresiones culturales en las sociedades modernas apenas como una fuente de conflictos. La tarea prioritaria, si se presentara un "choque de culturas", sería entonces una estrategia de limitación del daño. En el segundo caso hablaríamos más bien de un "concierto" que de una "lucha" de las culturas.

»Con "cultura" (de una sociedad, un pueblo, un ser humano) me refiero a algo universal interno, a la respectiva unidad de forma de todas las manifestaciones vitales de un grupo de seres humanos.«

9

  En muchos aspectos de la vida todavía no está fijada la forma de esa cultura global: Ella puede surgir de la expansión y adaptación de una tradición hegemónica; pero ella también puede formarse de las fuentes espirituales y materiales de los muchos pueblos que la constituyen. Sería ilusorio hablar aquí de "todos los pueblos" que conocemos. Siempre que en discusiones sobre la multiculturalidad o interculturalidad se escucha aquello de que se trata de "tomar en cuenta todas las voces", o algo similar, estamos ante una expresión no reflexionada, que no hay que tomarla al pie de la letra. De lo que en realidad se trata no es de la totalidad de los aspectos, sino de fundamentar la respectiva toma de decisión entre unilateralidad y multilateralidad.

10

  Las culturas tradicionales que conocemos fueron siempre amplios sistemas de reglas que determinaron las formas del pensar así como las del sentir y el actuar de sus miembros, de una manera tal que sus creaciones siempre estuvieron impregnadas de ellos, así se tratara de herramientas, formas de asentamiento, instituciones legales, formas de comunicación, técnicas para dominar la naturaleza o concepciones. Si yo hablo de "sistema de reglas" no es para aludir a una comprensión esencialista o puramente estática del comportamiento cultural o de la acción. Si tomamos en cuenta las diferencias entre distintos sistemas de reglas, no se debe hablar entonces de "esencia" de una cultura (por ejemplo de "la cultura china", de "la occidental", etc.), tampoco eso significa que tales sistemas, una vez desarrollados, serían estables para siempre.

11

  Con "cultura" (de una sociedad, un pueblo, un ser humano) me refiero a algo universal interno, a la respectiva unidad de forma de todas las manifestaciones vitales de un grupo de seres humanos, y la diferenciamos de otra cultura de otro grupo que a su vez es universal interna para éste. El concepto de universalidad interna no excluye el de una cultura receptiva. Incluso, los procesos determinados de recepción también hay que verlos de manera relativa según como afecten la estructura de valores, representaciones, formas de actuar, etc. que son comunes a los seres humanos de una cultura universal interna. Pero ésto también significa que, en la actualidad, no podemos partir de procesos idénticos de recepción (por ejemplo de literatura, arte o filosofía) entre seres humanos de diferentes regiones, ya que la cultura global precisamente no es "interna", sino que, en aspectos muy importantes, es "universal externa", es decir, global.

»Pero aquí también cabe recordar que "cultura" desgina tanto una situación estática como una dinámica.«

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  En lo que conocemos de historia de la humanidad tenemos entonces que distinguir una variedad de culturas, cada una de las cuales pudo trasmitir a sus miembros una totalidad de comportamiento, pensamiento, creencia. Pero aquí también cabe recordar que "cultura" desgina tanto una situación estática como una dinámica. En sentido estático el concepto señala el estado, de un grupo determinado o de una persona, que por un cierto tiempo permanece constante. Con esto estamos abarcando resultados de formas de comportamiento. Recurriendo a la diferencia neoplatónica que se hizo en la reflexión sobre el concepto de "naturaleza", podemos hablar de una cultura creata, es decir, de un estado de cultura, que hay que tratarlo bajo el aspecto de lo dado. Este concepto hay que diferenciarlo del de una cultura quae creat, es decir, de un actuar de la cultura, que aparece bajo el aspecto de ejercicio de influencia y creación, y que por tanto es activa o dinámica.

13

  Podemos aclararnos estos dos aspectos con palabras del habla cotidiana. En el sentido estático hablamos de algo así como de una "cultura de hongos" que se puede encontrar en un laboratorio de biologia, o de una "cultura escrita", que se puede deducir de datos históricos. También la palabra "historia cultural" se refiere al aspecto estático. En estos casos hablamos de algo que hasta un cierto tiempo existe o ha existido así, que a la vez aparece como algo acabado en un determinado momento. El sentido dinámico de la palabra es evidente cuando hablamos de "agricultura" o de "política cultural". Entonces pensamos corrientemente en algunas actividades que persiguen determinadas metas y que representan determinda búsqueda de influencia sobre las circunstancias actuales. Precisamente el verbo "cultivar" no puede usarse sólo bajo la forma "cultivado" sino también en el indicativo del presente.

14

  Cuando se absolutiza el aspecto estático en la descripción de las sociedades humanas, se llega a la imagen de "islas culturales" que existen puras, separadas unas de otras. Según la aludida diferenciación neoplatónica podriamos decir que la idea de una cultura creata quae non creat expresa la imagen de un estado completamente estático: cada posible cambio de la situación representaría, según esta perspectiva, una pérdida o un peligro. De hecho tenemos que decir abiertamente que, en este sentido, la diferencia entre diversas formas de vida de las sociedades humanas sólo se puede encontrar de manera gradual: Hay tan pocas situaciones sociales o "culturas" totalmente estáticas como pocas completamente dinámicas.

15

  La absolutización de los aspectos púramente dinámicos, una cultura non creata quae creat, representa cuanto más un posible límite lógico. Habría que pensar un comportamiento basado en la pura espontaneidad, lo que en sentido estricto equivaldría a una permanente creación de todas las relaciones humanas. Con lo que en realidad tenemos que ver puede más bien designarse con la fórmula cultura creata quae creat.

»Para la filosofía el interrogante central es saber cuáles de los valores e imágenes de lo humano, que han sido privilegiados en diversas culturas regionales, son útiles para el manejo de los problemas actuales y previsibles de la humanidad.«

16

  El concepto de una universalidad interna puede guiarnos para contestar el interrogante de qué partes heredadas de la historia espiritual de las actuales culturas regionales, queremos ver preservadas en una cultura global de la humanidad. Para la filosofía el interrogante central es saber cuáles de los valores e imágenes de lo humano, que han sido privilegiados en diversas culturas regionales, son útiles para el manejo de los problemas actuales y previsibles de la humanidad.

17

  La filosofía participa en un doble sentido en la formación de una cultura humana: en la autoreflexión crítica sobre sus propias posibilidades y como reflexión sobre lo que sucede. En cuanto a lo primero, se trata de una confrontación crítica de la filosofía con los prejuicios y méritos de su pasado, tanto en la tradición cultural occidental como en la de otras culturas. En cuanto a lo segundo, la filosofía puede tomar posiciones en el proceso de globalización analizando y argumentando acerca de desarrollos problemáticos.



 Interculturalidad en la filosofía


Modelo de un polílogo

18

  Interculturalidad está desde hace años en muchas bocas, se califica de positiva o negativa, se la alaba como salida a la superficialidad de una cultura consumista o se la acusa como pérdida para el occidente. Varias disciplinas académicas se ocupan de ello, entre otras, también cada vez más la filosofía. En muchos países se han fundado asociaciones y se han editado series de libros que se ocupan con la cuestión de la interculturalidad; no faltan las conferencias sobre el tema. Aquí no me ocupo de dar un informe sobre ello, sino que apenas intento reflexionar sobre algunos de los presupuestos que hay que cumplir, si es que se trata de algo más que de completar la historia filosófica centrada en Europa, si más bien se trata de un filosofar orientado interculturalmente.

19

  El prefijo latino "inter" se utiliza aquí para señalar una mutua relación y ojalá baste la indicación de que aquí el adjetivo "intercultural" se le adjunta al sustantivo "filosofía" para dejar en claro que en las siguientes lineas no se tratará de una interculturalidad "filosófica" o "histórico-filosófica" sino de filosofía sin más; sin embargo, de tal modo, que sus conceptos, interrogantes y métodos deben ser meditados permanentemente, en vista del desagradable hecho de que para cada argumentación no hay una lengua, ni una tradición cultural y tampoco una forma de pensamiento para filosofar que sean adecuadas, sino muchas, y que cada una de ellas es cultural y ninguna es natural.

20

  El programa de un filosofar orientado interculturalmente se puede expresar de manera resumida en dos puntos. Primero, se trata de desarrollar una nueva mirada sobre la historia del filosofar y, segundo, en cada interrogante concreto debe tener lugar un polílogo entre el mayor número posible de tradiciones, por el sencillo hecho de que nunca ha habido, ni hay, una lengua de la filosofía.

»No des por bien fundamentada una tesis filosófica en cuyo surgimiento sólo haya participado gente de una única tradición cultural.«

21

  Si este programa puede ser realizable, debe haber, entonces, un tercer camino entre un universalismo centrista (no importa de qué tradición) y el separatismo o relativismo de la etnofilosofía. Yo pienso que efectivamente lo hay: él consiste no en un simple procedimiento comparativo y tampoco apenas "dia-lógico" sino en un procedimiento "poli-lógico" de la filosofía. Interrogantes temáticos de la filosofía - interrogantes sobre la estructura de la realidad, sobre su cognoscibilidad y sobre los fundamentos de los valores y normas – hay que discutirlos de tal manera que cada solución presentada sea antecedida de un polílogo del mayor número posible de tradiciones. Esto presupone una relativización de los conceptos y métodos desarrollados en las tradiciones particulares y presupone también una nueva mirada, no-centrista, sobre la historia del pensamiento de la humanidad.

22

  Ante todo se trata de una cuestión de la praxis, para lo cual se puede formular una regla mínima en un doble sentido. En una formulación negativa la regla diría: No des por bien fundamentada una tesis filosófica en cuyo surgimiento sólo haya participado gente de una única tradición cultural. Formulada positivamente diría: Busca siempre en lo posible "recubrimientos" transculturales de conceptos filosóficos, pues es probable que tesis bien fundamentadas hayan sido desarrolladas en más de una tradición cultural. Incluso ya la observancia de esta regla mínima conduciría a nuevos comportamientos en la praxis de la ciencia, la comunicación y la argumentación.



 Tesis

»Se ha hablado con todo derecho de un "anticentrismo de la filosofía intercultural", con lo cual, sin embargo, no hay que olvidar, que para cada diálogo intercultural necesariamente hay que partir de lo propio.«

23

  Cuatro tesis problemáticas se pueden formular a partir de la discusión sobre la "filosofía intercultural" para ser confirmadas o refutadas:

Historia de la cultura y de la filosofía son, en términos generales, eurocentristas. Con ello se da una demarcación o limitación: la filosofía occidental es (también) una filosofía regional (como las de otras regiones).

Toda tesis de la filosofía, que pretende valer como universal, posiblemente está marcada culturalmente; sin embargo, en la filosofía las tesis que llevan la marca cultural particular no son suficientes para ponerse a la altura de sus pretensiones.

Una ampliación del horizonte cultural de la historia de la filosofía es posible y necesaria: hay que recurrir a nuevas fuentes, hay que interpretar nuevas tradiciones y hay que incluir nuevos tipos de textos.

La concienca de la superioridad de la tradición filosófica europea es criticable y hay que criticarla.

24

  Cada una de estas tesis, que de forma más o menos explícita se formulan en la literatura sobre filosofía intercultural, tiene amplias consecuencias para la investigación y la enseñanza de la filosofía. Por ahora baste hablar de la primera de estas tesis. Si en la filsofía occidental se trata sólo de una filosofía regional, aunque ciertamente sea una variante altamente diferenciada, todo argumento que se base exclusivamente en la autoridad de esa tradición pasaría a ser él mismo "etnofilosófico" y no podría pretender aspirar a la validés o inteligibilidad general. Bajo estas circunstancias, en cada interrogante concreto de la filosofía es posible buscar diferentes formas filosóficas de pensar y diferentes campos conceptuales y compararlos entre sí. Por eso se ha hablado con todo derecho de un "anticentrismo de la filosofía intercultural", con lo cual, sin embargo, no hay que olvidar, que para cada diálogo intercultural necesariamente hay que partir de lo propio.

25

  Esto tiene que ver con el concepto mismo de lo filosófico. Cada aproximación a las cuestiones filosóficas, independiente de la orientación, debe definir su objeto y con ello diferenciarlo de los objetos no filosóficos. Es claro que el solo uso del nombre "filosofía" no es suficiente para ello. No es que en el medio académico ya se encuentre subsumido bajo ese nombre todo lo que legítimamente le pertenence – esto lo ha puesto de presente la discusión sobre la "filososfía africana". Pero tampoco se puede aceptar un uso inflacionario del nombre, como se ve en el mercado editorial, sin recibir a cambio una pérdida de orientación. Incluso el filosofar orientado interculturalmente tendrá que desarrollar un concepto de filosofía que abarque determinaciones tanto de contenido como formales. En el estado actual de la discusión éste es ciertamente un faltante que apremia.



 Condiciones

»Si yo quiero "comprender" una forma de pensar que para mí es extraña, tengo que "apropiármela" y ella intentará "apropiarse" de mí. Esto puede mantenerse como una calle de una sola vía, pero también puede conducir a un encuentro.«

26

  Si hay que comprobar tesis como las cuatro antes expuestas, hay que llenar entonces varias condiciones:

Debe ser claro qué son "culturas" y en qué medida tienen efectos sobre teorías y conceptos filosóficos.

Debe ser claro qué reglas de traducción garantizan un entendimiento en la diversidad cultural.

Debe ser claro qué criterios se deben aceptar para una válida fundamentación intercultural de tesis filosóficas.

27

  Mientras que la primera condición exige previamente detalladas y sistemáticas investigaciones históricas, lingüísticas y sobre la sociología del saber, resulta de la segunda la tarea de desarrollar una hermenéutica abierta que debe ser orientada por el interés recíproco. Esta tarea "hermenéutica" de ninguna manera está libre de problemas. Si yo quiero "comprender" una forma de pensar que para mí es extraña, tengo que "apropiármela" y ella intentará "apropiarse" de mí. Esto puede mantenerse como una calle de una sola vía, pero también puede conducir a un encuentro.

28

  La tercera condición se puede entender de dos maneras: por una parte, en cuanto hay que desarrollar procedimientos que prevengan tanto un universalismo precipitado como un particularismo relativista. Para ello es por su parte condición necesaria, pero no suficiente, hacer "oíbles otras voces" como frecuentemente se formula. No sólo se debe preguntar qué dicen ellas, sino también con qué derecho y con base en qué convicciones. En un segundo sentido, la cuestión de la validés transcultural alude a las relaciones lógicas de la argumentación entre enunciados. Una confrontación con esta problemática al interior de la "filosofía intercultural" se ha emprendido sólo parcialmente, especialmente con relación a las distintas fundamentaciones de las leyes lógicas.



 Tareas


»Se trata de la continuación del programa de la Ilustriación con otros medios: no con el medio de una ciencia libre de tradición, definida sólo metódicamente, sino mediante un polílogo de tradiciones.«

29

  Sólo bajo las condiciones mencionadas puede esperarse la ejecución de tareas, como las que siempre se formulan en los discursos sobre la filosofía intercultural. Se trata de las siguientes tareas:

La filosofía intercultural debe analizar formas de pensar en su implícita condicionalidad cultural.

La filosofía intercultural debe criticar los estereotipos sobre la autopercepción y la percepción del extraño.

La filosofía intercultural debe fomentar la apertura y la comprensión.

La filosofía intercultural debe consistir en una mutua ilustración.

La filosofía intercultural puede y debe fomentar el entendimiento humano y la paz.

Franz Martin Wimmer es profesor de filosofía en la Universidad de Viena.

30

  Hay que aclarar la relevancia de las tradiciones culturales para el presente y el futuro. Un primer paso sería reconstruir, en lo posible de la manera más amplia y diferenciada, tradiciones de pensamiento que hasta ahora han sido descuidadas o arrinconadas. En caso de que un trabajo así no conduzca a nuevas autorepresentaciones, y por lo tanto a nuevas separaciones, sino que lleve a un nuevo entendimiento entre las personas que ahora pertenecen a diferentes tradiciones culturales, deben encontrarse entonces categorías y conceptos (y establecerlos en diferentes lenguas) respecto a los interrogantes vitales que estén en condiciones, no sólo de facilitar una mejor comprensión, sino una recíproca aclaración. Se trata de la continuación del programa de la Ilustración con otros medios: no con el medio de una ciencia libre de tradición, definida sólo metódicamente, ni con un alejamiento de todas las tradiciones especiales, sino mediante un polílogo de tradiciones.



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