polylog
temas · en conversación
temas bibliografía agenda archivo antología calendario enlaces perfil

Genética humana y tradición ayurvédica

Karin Preisendanz en conversación con Anand Amaladass

Contenido

englishenglish
deutschdeutsch

La constitución del cuerpo humano

Preisendanz

Karin Preisendanz
es profesora de indología en el Instituto de Estudios Surasiáticos, Tibetanos y Budistas de la Universidad de Viena.
1 Amaladass: Hoy, la discusión sobre la genética humana ha tomado un lugar central. Por una parte, hay una urgencia por mostrar el logro humano en el campo científico. Por la otra, hay una fuerte reacción contra esta tendencia por aquéllos que demandan que este crecimiento juega el rol de Dios, interfiriendo con el plan divino de la creación, y destruyendo la dignidad de la vida humana al reducir todo al nivel de un robot. En este contexto, ¿cuál sería la respuesta a esta problemática desde el punto de vista de la tradición ayurvédica en la India, dado que usted está involucrada con el estudio textual de esta tradición?
2 Preisendanz: Antes que nada tiene que ser destacado que la tradición ayurvédica no se refiere a Dios en sus enseñanzas teóricas y prácticas médicas. El Carakasaṃhitā, uno de los dos compendios fundamentales de la ayurveda clásica y probablemente el más antiguo de las dos, contiene una riqueza de información sobre los fundamentos metafísicos, éticos y soteriológicos de la ayurveda como ellos se han mantenido en los primeras dos o tres siglos d.C. Aunque el compendio refleja al menos dos estadios de desarrollo ideológico dentro de la ayurveda clásica temprana, en ninguno de ellos podemos encontrar la noción de un dios-creador, quien también es responsable de la creación del cuerpo humano.
3 La ideología más antigua puede ser caracterizada como una filosofía de la naturaleza centrada en una ontología: el mundo externo e interno en una organización categorial para explicar los procesos causales, en el más amplio sentido, y específicamente en consideración al cuerpo y sus transformaciones, esto es, la formación inicial del cuerpo y sus cambios de estados de salud y enfermedad. Como también podemos discernir de otras fuentes de la temprana filosófica clásica de la naturaleza en la India, no hay lugar para Dios en esta visión pluralista y »mecánica« del mundo; sin embargo, el residuo de acciones sucedidas en vidas anteriores es un factor crucial en la formación del cuerpo humano.
4 La segunda ideología, que parece haber afectado subsiguientemente la ayurveda clásica, presume un dualismo de mente y materia, con pura consciencia como un eterno fenómeno inmutable por una parte, y por la otra la materia como un mundo externo e interno de constante cambio, fenómeno y eventos macro y microcósmicos. En esta ideología no hay tampoco lugar para la actividad de un dios-creador, porque la materia – afectada por la mera presencia de la consciencia- obra por sí misma para una posterior consideración; esto incluye la formación – nuevamente en consonancia con los efectos de acciones anteriores- y transformaciones del cuerpo humano.
5 Sin embargo, hay una mención de un rol divino muy importante en la ayurveda clásica, a saber, en los varios relatos de su »origen« y transmisión a los seres humanos, que refleja la percepción cultural de los primeros físicos de la India y sus intentos de integrar su ciencia no ortodoxa en el mundo dominante de las primeras centurias d.C. Aun cuando ayurveda (literalmente: »el conocimiento de la duración de la vida/fuerza de la vida [humana]«) es eterna, de acuerdo a Carakasaṃhitā, fue pronunciada primero por el dios Brahmā, el creador, a Prajāpati, quien es concebido como el creador de rituales y otras instituciones religiosas y padre de la humanidad. Prajāpati transmitió este conocimiento a los dioses gemelos llamados los Ashvins, quienes figuran como sanadores divinos en la más antigua mitología india. De los Ashvins, la ayurveda pasó al dios Indra, el más poderoso »rey de dioses« de la mitología védica y épica.
6 »En el comienzo Prajāpati tuvo el conocimiento sobre la duración de la vida/fuerza de la vida humana, en su totalidad, como había sido proclamado por Brahman; los dos Ashvins (lo tuvieron) de Prajāpati. La venerable Indra lo obtuvo íntegramente (a este conocimiento) de los Ashvins …« (Carakasaṃhitā, Sūtrasthāna 1, verso 4-5ab)
7 Cuando la enfermedad surge en este mundo, Indra imparte el »conocimiento sobre la vida« a sabios compasivos, quienes se habían aproximado a él por ayuda porque las dolencias impedían que los seres humanos observaran sus diversos deberes religiosos y obtuvieran los cuatro objetivos del hombre, es decir el mérito religioso, la riqueza material, los placeres mundanos y la salvación.
8 »Y los sabios, deseosos de realizar una vida larga (para ellos mismos y para los otros seres humanos), recibieron este conocimiento que es beneficioso para las criaturas humanas (e) incrementa (su) duración de vida/fuerza de la vida del (sabio) Bharadvāja.« (Carakasaṃhitā, Sūtrasthāna 1, verso 27)
9 Ayurveda, como un medio de aliviar la enfermedad, fue posteriormente visualizada e interiorizada por los sabios, y aplicados exitosamente sus métodos a ellos mismos. Solamente entonces, llenos de compasión y amor por los seres humanos, uno de estos videntes procedió a enseñar ayurveda a un grupo de estudiantes quienes fueron considerados como los humanos »fundadores« de ayurveda.
10 »Punarvasu, lleno de amor, por compasión a todos los seres vivientes otorgó el meritorio ayurveda a seis discípulos.« (Carakasaṃhitā, Sūtrasthāna 1, verso 30)
11 Visto la constitución del cuerpo humano, concebido fundamentalmente como de acuerdo a la filosofía de la naturaleza ayurveda clásica, es parte de las enseñas médicas eternas proclamadas por figuras divinas, uno podría por lo tanto argumentar que en ayurveda el cuerpo humano, aunque no está creado de acuerdo a un diseño divino, es una parte integral de un esquema ontológico promulgado y sancionado por Dios (Dioses). Además, en ambas organizaciones ontológicas de la ayurveda clásica, he mencionado que en el Carakasaṃhitā, lo que también es válido para la posterior ayurveda, sería inconcebible que los físicos lucharan después cambiando la natural composición del cuerpo humano – que es un producto de los elementos naturales y una transformación microcósmica de la materia primordial respectivamente; para ambos, los ideológicos puntos de vista de la filosofía india de la naturaleza y del dualismo mente-materia, el cuerpo – estando integrado en el esquema común de naturaleza/materia desde el punto de vista de su composición – está más allá de la manipulación humana.

Mente, alma y cuerpo como fundamento del mundo

12 Amaladass: ¿Cuál es el rol del cuerpo en la tradición de la ayurveda?¿Es meramente un objeto de escrutinio para ser analizado y tratado como algo enfermo que necesita ser curado? ¿O hay una actitud reverencial hacia el cuerpo, el elemento material, o es respetado aun aquí, porque – como es usual en la tradición espiritual dominante – está hospedando el alma que es superior, etc., a noción que viene de los representantes de la doctrina de ātman?
13 Preisendanz: La historia sobre el »origen« de ayurveda ya nos da algunas indicaciones sobre el rol del cuerpo: es concebido en su salud, en su estado natural, como una de los presupuestos para conducir exitosamente actividades tales como la realización de penitencias religiosas, ayuno, estudio de las escrituras tradicionales, llevar la vida de una persona quien devotamente lucha por el cielo o la salvación, y observa votos religiosos. Más allá del reino de los deberes religiosos y esfuerzos para lograr la salvación, el cuerpo saludable es también implícitamente reconocido como siendo esencial para obtener la vida y los placeres mundanos.
14 »La salud es la última raíz del mérito religioso, la riqueza material, los placeres mundanos y la salvación; las enfermedades son robos de ello, (y entonces) de bienestar y de vida.« (Carakasaṃhitā, Sūtrasthāna 1, verso 15cd-16ab)
15 El cuerpo es por lo tanto más que un mero objeto de análisis intelectual y de salud. Junto con la mente y el alma funciona como un fundamento de este mundo.
16 »Mente, alma y cuerpo – estos tres son como un trípode: el mundo se ›sostiene‹ a causa de (su) conjunción; todo descansa en aquéllos.« (Carakasaṃhitā, Sūtrasthāna 1, verso 46)
17 Además, el cuerpo es el asiento del elemento consciente o alma ya en el estado de un embrión, y el lugar de su experiencia y actividad; sin embargo, una atención especial para ello en este relato no está expresada en los tratados clásicos. Por otra parte, el hombre (y la mujer) está concebido como hecho de seis elementos: los cinco elementos materiales tierra, agua, etc., que constituyen el cuerpo y los sentidos, y la consciencia, esto es, el alma acompañada por la mente. En este análisis, el cuerpo aparece como una parte integral e importante del hombre (y de la mujer) aunque el elemento consciente es ciertamente superior debido a su eternidad, esencial inmutabilidad y mediación; como un componente substancial del hombre (y de la mujer) o de la persona, el cuerpo merece respeto y atención.
18 Otra visión de la persona también envuelve el cuerpo, a saber, que la primera consiste de mente, alma y cuerpo, esto es, el »trípode« de este mundo.

Surgimiento y naturaleza de las enfermedades

19 Amaladass: ¿Es posible sintetizar la filosofía básica de ayurveda la que dedica mucho de su atención al cuerpo perecedero?
20 Preisendanz: Las dos filosofías de la ayurveda clásica ya han sido caracterizadas en mi respuesta a la primera pregunta. El tiempo me permite sólo un breve esquema de la primera. Las categorías básicas de la especial filosofía ayurvédica de la naturaleza son seis. Ellas son (1) igualdad/similitud y (2) diferencia, las que causan incremento y disminución respectivamente de las substancias, específicamente de los componentes esenciales del cuerpo. Estas dos categorías también se aplican a otras substancias y cualidades que están en interacción con el cuerpo y sus condiciones, o pueden ser usadas en el tratamiento de dolencias resultantes de un desequilibrio de los humores corporales. La categoría de (3) substancia comprende los cinco elementos, el alma, la mente, tiempo y espacio, mientras (4) las cualidades de las substancias animadas e inanimadas, que forman una categoría adicional, son múltiples y de relevancia para la conducta dietaria y el tratamiento médico. La categoría de (5) movimiento es similarmente elaborada para establecer el cuerpo como el centro de la ayurveda: se refiere primero al movimiento corporal, y luego a los movimientos de otras substancias materiales. Finalmente, la categoria de (6) inherencia es concebida como el hecho de que las substancias y sus cualidades no ocurren separadamente. En este esquema ontológico de seis partes subyace la teoría del surgimiento y naturaleza de las enfermedades tanto como su tratamiento práctico.
21 La filosofía de ayurveda, en el sentido de su auto comprensión y propósito, está formulada en varios lugares del Carakasaṃhitā. En una formulación muy sucinta la conexión con las seis categorías es clara: ellas son vistas como causas de un efecto, a saber, la invariabilidad o armonía de los componentes corporales esenciales. Cualquier acción que afecta este estado es el objetivo de este trabajo científico. La otra formulación implica que una modificación de la natural composición del cuerpo, como sucedería a través de la manipulación genética, no sería un objetivo de una práctica médica porque la modificación del cuerpo es considerada como una situación de dolencia que debe ser sanada.
22 »Y el propósito de (la ayurveda) es proteger la salud de la persona sana y aliviar las modificaciones (corporales y mentales) de la persona enferma.« (Carakasaṃhitā, Sūtrasthāna 30, sección 26)
23 La palabra traducida como »salud« literalmente significa »el estado de descanso en o permanencia en uno mismo«, esto es, siendo el estado natural de uno, como opuesto al enfermo, definido como una modificación o distorsión de este estado natural. Cambiar y manipular las profundas bases del cuerpo humano equivaldría entonces a producirlo como enfermo, de acuerdo a esta »filosofía« básica de la ayurveda.
24 Los antiguos médicos indios consideraron también la posibilidad de que la naturaleza en sí misma podía ser la responsable de la distorsión del estado natural del cuerpo, como lo percibimos que sucede en la forma de defectos genéticos. Si es afectada la »semilla« de un componente específico del cuerpo humano a ser formado, esto resulta en una anormal modificación de este nuevo cuerpo, tal como la ceguera u otras deficiencias de los sentidos. Sin embargo, la posibilidad de la interferencia médica en tales casos no se discute, probablemente porque el »destino« era considerado aquí como la causa.

Efectos de actos pasados y libertad de acción

25 Amaladass: ¿Hay consejos en la tradición ayurvédica sobre que los seres humanos son capaces de lograr cosas, alabando la habilidad humana al nivel de creación divina, la libertad humana para decidir lo que uno necesita, etc., o hay también consejos que señalan una fe, orientada a la comprensión del cuerpo?
26 En general la mediación independiente y responsable de los seres humanos está acentuada en la tradición ayurvédica, cuando eso deviene en una conducta apropiada y su acción, en un contexto de mantenimiento de lo saludable, o de una conducta religiosa y ética apropiada, o de una conducta en general culturalmente adecuada. Sin embargo, hay límites para los esfuerzos humanos, especialmente para los médicos. En el Carakasaṃhitā está establecido que aunque es posible salvar vidas humanas durante un hecho de epidemia, aquéllos que están destinados a morir en ese momento debido a sus delitos en vidas previas no pueden ser salvados. Ya los cambios anormales del entorno que fueran considerados los portadores de la epidemia son causados por el residuo de transgresiones o rechazo de normas socio-religiosas (dharma) por parte de los gobernantes locales y la población local. Tal visión, si es sacada de sus connotaciones religiosas, no es desactualizada o arcaica como puede aparecer a primera vista, porque la interferencia realizada por el hombre en su entorno – una suerte de trasgresión de las »normas naturales« –, la que ocurre local o globalmente, condiciona verdaderamente muchos de los así llamados »desastres naturales«, seguidos por epidemias.
27 La envergadura de la vida está en general determinada tanto por los efectos de acciones pasadas como de las acciones independientes y responsables de esta vida. Estas dos fuerzas funcionan conjuntamente en dependencia de sus respectivas fuerzas y por lo tanto la conducta saludable puede en efecto llevar a la salud y el disfrute de toda la extensión de la vida. Entre las condiciones para lograr la total extensión de la vida de cien años, encontramos por consiguiente la perfección de Uno Mismo, lo que se refiere a la perfección intelectual, ética y espiritual. Junto con la evidencia de las manifestaciones relacionadas esto muestra que la riqueza de un cuerpo depende más de sus variadas cualidades y un adecuado estilo de vida que de su constitución material.
28 Permítanme retornar al campo del sentido de los esfuerzos de los médicos. La tradición ayurvédica no recomienda que un médico trate pacientes con enfermedades incurables o pacientes que muestran signos de muerte inminente.
29 »No hay acción mayor (realizada en un cuerpo previo) cuyo efecto no sea experimentado (más tarde). Las enfermedades que han surgido de tal acción derrotan cualquier medida terapéutica y desaparecen solamente después de que el efecto de la acción se ha agotado (por medio de su total experiencia).« (Carakasaṃhitā, Śārīrasthāna 1, verso 117)

Sobre la manipulación de la naturaleza humana

30 Amaladass: ¿Cuál sería el mensaje para el mundo desde la ayurveda hacia la actitud occidental de intervenir en el cuerpo, interfiriendo en el curso de la naturaleza como con la clonación, etc.?
31 La comprensión del cuerpo dentro de un esquema religioso específico que he bosquejado, al menos teóricamente modera los esfuerzos humanos por descubrir nuevas drogas o tratamientos para pacientes sentenciados. Sin embargo, no hay una definición clara de los tipos de enfermedades que han surgido de acciones importantes previas; ellas son más o menos aquéllas de las cuales uno no podría discernir una causa y que son intratables. En la práctica, el progreso natural de la ayurveda a través del tiempo no fue impedido teóricamente por esas definiciones teóricas aunque la investigación médica no incluyó la disección de cuerpos como medio de conocimiento, probablemente debido a ideas culturalmente condicionadas sobre pureza e impureza (de rituales); hasta donde conocemos la primera disección, realizada en Asia del Sur por surasiáticos, tomó lugar por los años treinta del siglo XIX en instituciones médicas británicas en Kolkata.
32 Similarmente, aunque se dice que son sin remedio, las »enfermedades naturales« que surgen por causas de avanzada edad y muerte por medio de las transformaciones del tiempo, una sección especial de la Ayurveda está relacionada con la terapia de rejuvenecimiento. Desde este punto de vista es concebible que la manipulación instantánea del curso de la naturaleza en el cuerpo humano – como la practicada por la genética humana- puede haber atraído las mentes de algunos médicos clásicos ayurvédicos, si hubiera sido pensables y factible. Después de todo, la terapia de rejuvenecimiento como una rama científica separada derivada de la ayurveda, evolucionó independientemente hasta incluir aspectos de la alquimia y en este contexto esa manipulación devino tópica y recibió mucha atención teórica.
33 Finalmente, la idea de la clonación habría sido inconcebible para los médicos de la ayurveda clásica porque – como ya se mencionó- en su visión del mundo el cuerpo está formado por varias causas, y una importante entre ellas es que es el residuo de semillas previamente desarrolladas por un alma; el propósito de la formación del cuerpo bajo la influencia de ellas es el surgimiento de un lugar específicamente trazado por la experiencia de antiguas semillas y posteriormente por la acción independiente de parte de esta alma específica. La creación por los humanos de un cuerpo nuevo e idéntico, fuera del existente, tendría un sinnúmero de problemas metafísicos y éticos, uno de ellos sería la pérdida de un alma para la cual este cuerpo sería apropiado como »hogar«. Si, sin embargo, cualquier alma que se reencarna podría tomar residencia en ese cuerpo clonado, sus experiencias habrían sido inmerecidas en lo positivo tanto como en lo negativo, y no podría obrar en lo que se supone que es su experiencia; la justicia moral y soteriológica basada en la responsabilidad individual de las almas se quebraría.
Traducción del inglés por Daniel López Salort.

polylog. Foro para filosofía intercultural 6 (2005).
Online: http://them.polylog.org/6/dpk-es.htm
ISSN 1616-2943
© 2005 Autores & polylog e.V.

Autores

Karin Preisendanz estudió etnología e indología en la Universidad de Hamburgo; allí se doctoró en 1993 con el trabajo titulado Studien zu Nyāyasūtra III.1 mit dem Nyāyatattvaloka Vācaspati Miśras II. Ejerció la docencia en la Universidad Libre de Berlín y en la Universidad de British Columbia en Vancouver. Desde 1999 es profesora de indología en la Universidad de Viena. Sus áreas de especialización son la epistemología en la Carakasaṃhitā, la tradición de comentarios al Nyāyasūtra y el tema de »razón y tradición« en el Nyāya así como cuya historia temprana.
Prof. Dr. Karin Preisendanz
Universität Wien
Institut für Südasien-, Tibet- und Buddhismuskunde
Uni-Campus AAKh, Hof 2.1
Spitalgasse 2-4
A-1090 Wien
Austria
Fax +43 (1) 4277-9435
emailKarin.Preisendanz@univie.ac.at
Anand Amaladass SJ (*1943 en Tamil Nadu, India) estudió filosofía, teología, indología y sánscrito. Es profesor de sánscrito y filosofía de la India en la Jesuit Faculty of Philosophy en Chennai y, desde 1992, director del Satya Nilayam Research Institute for Philosophy and Sanskrit, también Chennai. Aparte es profesor visitante en Roma y Viena. Es coeditor del Hindu-Christian Studies Bulletin y editor de Sahrdaya. Bulletin of the Jesuit Artistes Association así como de Satya Nilayam. Chennai Journal of Intercultural Philosophy.
Prof. Dr. Anand Amaladass
Satya Nilayam Research Institute
201, Kalki Krishnamoorthy Road
Thiruvanmiyur
Chennai 600 041
India
emailamal@giasmd01.vsnl.net.in
temas bibliografía agenda archivo antología calendario enlaces perfil